lunes, 5 de octubre de 2020

La de enseguida

 Se casó por lastima y lastimera vivió; rosarios, oraciones, misas, parecen que de nada valen; de día y de noche quejas y dolores, sus hombres como zombies entran y salen; comen y viven; hablan y adulan, creen que les creen. Sus oyentes sólo oyen.  

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